Narciso, el hombre obsesionado con su belleza
Narciso, el hombre obsesionado con su belleza
Por una maldición, Narciso quedó obsesionado con su belleza...
Por una maldición, Narciso quedó obsesionado con su belleza...
Según la mitología griega, Narciso era un joven guapo, espontáneo y que llamaba la atención de todas las mujeres del Imperio griego.
Pero el mayor defecto de Narciso era que solo podía quererse a él mismo, por lo que rechazaba a todas las mujeres que se le acercaban con intención de enamorarlo. Una de las que cayó a sus pies fue la ninfa Eco, que con su belleza intentó seducirlo pero al igual que a las demás, también fue rechazada.
El único problema de Eco no era su enamoramiento sino una terrible maldición que le había hecho Hera porque estaba celosa de la belleza de la ninfa. La maldijo y quitó la voz y la condenó a solo poder decir la última palabra que se le dijera a ella.
Esto hizo que a ella se le dificultara poder decirle a Narciso lo que sentía, así que lo siguió por los bosques y con ayuda de la naturaleza le declaró su amor, pero él la rechazó y se tomó aquel amor con mucha burla.
Molesta y desconsolada, Eco se escondió en una cueva y antes de morir le pidió a la musa Némesis, diosa de la venganza, que la ayudara con lo que le había hecho Narciso. Así que ella lo condenó a enamorarse solo de su propio reflejo.
Un día, Narciso fue al río Estigia y antes de bañarse se vio en el reflejo, pero cada vez se acercaba más para verse mejor hasta que finalmente cayó al agua y murió ahogado.
Narciso pasó el resto de la eternidad en el Inframundo atormentado por su ego. Según la historia, en ese lugar donde murió creció una flor de gran belleza que se le llamó por el nombre de él.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mitosyleyendas.com | lamenteesmaravillosa.com