Detrás del primer BMW hecho en México

Hasta hace 5 años, éste era un terreno al que sólo había acceso a través de una carretera sin pavimentar. Hoy en día, resguarda una de las plantas más tecnológicas con la que cuenta BMW en el mundo. 

En el que era un paisaje agreste y desértico, actualmente se levanta un complejo de 300 hectáreas de extensión y del que, año con año, saldrán 175 mil vehículos Serie 3, cada uno fabricados por manos mexicanas y con estándares de calidad internacional, pues los autos producidos aquí serán exportados a 40 países distintos.

"Las personas de la línea de ensamble cuentan con información visible a través de dispositivos que muestran que todo se encuentre en el lugar adecuado", explicó Hermann Bohrer, presidente y CEO de BMW Group Planta San Luis Potosí, en entrevista.

"El punto es contar con un producto totalmente perfecto".

Para lograr esta meta, la planta incorpora tecnología de última generación: desde 500 robots que con brazos mecánicos unen los 5 mil puntos de soldadura del chasis hasta escáneres que mediante 30 cámaras analizan 45 procesos del tren motriz. 

Tras atravesar por el área de carrocerías, por el taller de pintura, por la nave de ensamble y, finalmente, por el departamento de gestión de calidad, cada Serie 3, fabricado bajo pedido y personalizado según el cliente, es preparado para subir a una madrina y enviarse a su comprador. 

• Toda la electricidad usada es libre de emisiones de dióxido de carbono y un cuarto de la misma se obtiene mediante 70 mil metros cuadrados de paneles solares.
• Es la primera planta de BMW en no generar desperdicio de agua en su proceso de pintura, pues ésta es tratada para ser reutilizada.
• Es la primera planta de la marca en no utilizar papel, toda la información es enviada a los ensambladores mediante tabletas y smartphones.
• Antes de encenderse por primera vez, el vehículo atraviesa por 198 estaciones de trabajo en la línea de ensamble.