El lado sangriento y evadido sobre el ''descubrimiento'' de América

Este gran suceso histórico constituye y representa el encuentro de dos mundos que evolucionaron de forma independiente desde el origen de la humanidad hasta su encuentro. Hoy en día en América, cada 12 de octubre se celebra el ''Día de la raza'', en conmemoración a este acontecimiento.

Aunque la historia oficial nos diga que Cristóbal Colón descubrió América creyendo en un principio que había llegado a Las Indias, esto por lógica no es así, ya que hoy en día está documentado y comprobado que quienes descubrieron realmente América fueron grupos de aborígenes de hace miles de años, quienes entraron al territorio por el estrecho de Bering, y además, debido a que estos americanos previos al mestizaje tenían un perfecto conocimiento de su territorio, un auto abastecimiento muy conveniente y unas relaciones entre sus pueblos que se situaban en los límites justos de lo civilizado.

Pensando bien esto, podríamos entender que entonces lo que realizó Colón no fue un descubrimiento, sino una invasión o en tal caso una especie de 'encuentro'.

Según algunos historiadores la llegada de los conquistadores españoles al continente americano dio inicio a uno de los genocidios más grandes en la historia de la humanidad.

El antropólogo oriundo de Brasil, Darcy Ribeiro expusó que a finales del siglo XV, al momento en que arribaron los conquistadores europeos a América, existían mucho más de 50 millones de indígenas, un siglo y medio después solo quedaron unos tres millones y medio.

Masacres, asesinatos, amputaciones de manos y pies, violaciones… semejantes crímenes parecen sacados de una mente perturbada, sin embargo esto era el día a día en las batallas que tuvieron lugar durante la conquista de América.

Un período de nuestra historia que tiende a mitificarse y olvidarse un poco con la intención de obviar así su momentos más oscuros y perturbadores.

En las numerosas 'crónicas de Indias' que se conocen hoy en día se detallan las armas, las tácticas, las batallas y las sanguinarias prácticas que 'héroes' españoles como Hernán Cortés llevaron a cabo.

En estas mismas, se puede llegar a detallar numerosos testimonios con todas y cada una de las técnicas utilizadas por los conquistadores para someter a las poblaciones indígenas, todas basadas en el terror, la crueldad y la violencia extrema, una realidad que por algún motivo fue obviada muchísimos años por la mayoría de los historiadores.

Además, el contagio de las enfermedades -viruela, tifus, fiebre amarilla- que los europeos llevaron consigo jugó un papel muy importante en el colapso de la población indígena de América, causando un gran impacto en el índice de mortalidad.

La conquista de América fue un proceso terrible, muy alejado de la imagen idealizada que habitualmente se tiene.

No fue en absoluto un conflicto de baja intensidad, fue una guerra y un enfrentamiento muy duro, llevado a cabo bajo con un supuesto y único interés por la civilización y la evangelización de sus habitantes, cuando más bien lo que se escondía era un deseo brutal por obtener riquezas de este territorio como el oro y la plata.

Como se ha afirmado, la codicia fue el verdadero motor de la conquista. Leyendo numerosos testimonios de la época es evidente que fue así.

Lo que nos queda verdaderamente claro después de saber esto es que numerosos grupos humanos sufrieron mucho con las guerras de conquista: hubo no solo matanzas, sino también desplazamientos étnicos importantes y ello trajo consigo grandes consecuencias como la desaparición de la mayoría de estos grupos aborígenes.

Por otro lado, si bien la monarquía española procuró evitar en la medida de sus posibilidades la esclavitud del indígena, una cosa es lo que se pretendía y otra lo que se ejecutó.

Lo cierto es que casi todas estas poblaciones aborígenes sufrieron un trato equivalente al de la esclavitud.

Uno de los pilares en que se apoya la leyenda negra es la actuación de España en el descubrimiento y conquista de América, atribuyéndola el exterminio de millones de aborígenes americanos, así como en el trato despiadado con todos ellos.

Las actuales corrientes historiográficas analizan las causas de la gran mortalidad ocurrida en América en el siglo XVI, a la llegada de los españoles. Se admite que las batallas causaron miles de muertos, así como el trabajo forzoso en minas y pesquerías, pero se destaca la importancia de las enfermedades transmitidas por los europeos, como la viruela, gripe, sarampión, tifus, etc. ante las cuales se encontraba indefensa la población indígena, aislada hasta entonces, y que causaron gran mortalidad.

Joseph Pérez, quien es autor de esta obra resalta lo absurdo de responsabilizar directamente a los conquistadores, ya que, afirma “aunque hubieran querido, no habrían podido llevar a cabo una matanza de semejantes multitudes porque, además no les interesaba, pues necesitaban mano de obra”.

Por su parte, el escritor norteamericano J. Lee Anderson, afirmaba en los últimos años, pese a la idea extendida de que los españoles causaron un desastre demográfico con la muerte de muchos millares de indígenas, “hay que reconocer que tuvieron la genialidad de mezclarse y crear una raza nueva: la raza mestiza, una de las más apasionantes, creativas e innovadoras”.

Esto nos deja ver que claramente el resultado de este proceso -aunque quizás no se hizo con los métodos adecuados- no fue del todo vil o absurdo, ya que hoy en día aún se encuentra presente y más amplio que nunca con la gran diversidad étnico-cultural latinoamericana, la cual en gran medida ha sido posible por el inicio de esta colonización española.

Fuente: Elconfidencial.com / Telesur.tv / Agea.org.es