Abraham, David, Jacob...

Abraham dejó su casa y su tierra para obedecer a Dios, confiaba en Él. Caminó con su esposa, su sobrino, sus sirvientes y su ganado por tierras desconocidas, pero siempre encontraron agua y pasto, hasta llegarán a Canaán, una tierra linda y fértil.
A Dios le agrada tu obediencia y confianza en Él, continúa así y todo lo que emprendas llevará el sello de tu Padre: bendición y prosperidad.

David se destacó desde pequeño por su habilidad musical y poética, y su gran coraje. Es recordado como un guerrero valiente y un rey que logró extender los límites de su reino. Su mayor logro político fue la creación de una nación unida y poderosa.
Tienes muchas características buenas que te ayudan a destacar sobre los demás, por lo que debes ser cuidadoso y no dejarte llevar por la soberbia. Permanece siempre como un hombre conforme al corazón de Dios.

Gedeón fue un hombre de fe, creyó que Dios le daría la victoria al pelear contra los madianitas con tan solo 300 hombres, y lo consiguió, dando la gloria de dicha victoria completamente a Dios.
Recuerda que Dios nos llama en medio de nuestra obediencia y dependiendo de nuestra fidelidad nos da mayores responsabilidades. Nuestro Señor nos utiliza a pesar de nuestras limitaciones y fracasos, así que mantente firme en la fe.

Jacob suplantó a su hermano delante de su padre, para obtener la primogenitura y sus beneficios. Esto lo logró al aprovecharse del hambre de su hermano mayor, a quien ofreció a cambio un plato de lentejas.
Antes de tomar una decisión o realizar alguna acción, medita sobre La Palabra de Dios, y si ésta aprueba lo que estás por hacer. Así recibirás no solo la misericordia de tu Padre, sino Su bendición.

José era el hijo preferido de su padre y sus hermanos lo envidiaban, pero José no tomó la venganza en sus manos. El plan de Dios para su vida era ayudarlo a desarrollar sus capacidades para ser un gran líder, lo que logró al enfrentar cada dificultad tomado de Su Mano.
A Dios le agrada que sus hijos sean obedientes y no intenten vengarse de los demás. Recuerda que obtendrás la cosecha de todo lo que siembras. Dios tiene un plan para ti.