Los colores que ves pueden determinar tu emoción dominante

Tu emoción dominante es asombro. Te fijas en el mundo con un sentido de asombro y disfrutas de las pequeñas cosas de la vida. Vives de nuevas experiencias, tienes sed de conocimiento, y al segundo que hueles un poco de la rutina, te aburres. Estás en constante búsqueda de aventuras con el fin de aprender y crecer.

Tu emoción dominante es la felicidad. Eres rara en el sentido que estás siempre sonriendo. No dejas que las cosas negativas te arrastren hacia abajo. Eres el tipo de persona que ve el vaso medio lleno y que siempre ve el lado bueno las cosas. Tu optimismo es contagioso. Tu mundo está lleno de alegría y felicidad.

Tu emoción dominante es la determinación. Tienes un apetito insaciable - un hambre de amor, lujuria, logros, y satisfacción. Buscas nuevas experiencias, personas e ideas. Sabes lo que quieres y sabes cómo conseguirlo. Cualquier meta que tengas la lograrás.

Tu emoción dominante es el amor. Eres una persona cálida, cariñosa y simpática. Siempre intentas dar una mano, y pones las necesidades de otros antes que las tuyas. Eres muy compasivo y solidario. La gente te busca cuando necesitan un hombro en el que llorar. Das amor incondicional. También eres bastante romántico. Tratas a tus seres queridos con el máximo respeto y amabilidad. Eres una hermosa persona

Tu emoción dominante es la ansiedad. Eres muy bueno para “sobre pensar” las cosas y tiendes a preocuparse mucho. Sin embargo, estar ansioso no te impide vivir tu vida al máximo. Solo te gusta proceder con cautela. Eres perfeccionista, te esfuerzas por ser el mejor y hacer lo correcto. Debido a que tu mente siempre se pregunta acerca de los posibles resultados, has desarrollado un excelente pensamiento crítico y habilidades para resolver problemas. También eres capaz de leer a otras personas muy bien, lo que te ha ayudado a formar relaciones estrechas en tu vida personal y profesional.

Eres una persona con mucha confianza. Tu nombre y reputación importa sólo a ti, y nunca perderás tu dignidad por nadie, no importa la razón. Tomas la vida personal y profesional muy en serio, y no eres reacia a alardear de ello cuando cumples tus metas. Puedes ser un poco presumida, a veces, pero es sólo porque eres impresionante. La humildad es importante, pero saber lo que vales y sentirse segura de ti mismo es aún más crucial.