Lee a los grandes

La mejor forma de aprender a ser un grande es, precisamente, leyendo a los grandes autores y sus obras clásicas.

Una historia tiene para decir lo que tiene para decir, estirarla con acontecimientos diseñados para llenar más páginas es un verdadero pecado.

Para Gabo no era necesario aislarse del mundo y evitar el contacto humano para escribir, sino todo lo contrario.

Lo que hace a una obra exitosa son sus lectores, por tanto, hay que atraparlos con historias intrigantes y recursos que sorprendan.

La idea de darle cierto "toque" a un texto no debe hacer que este se vuelva imposible de leer. Los textos simples siempre serán los mejores.

Es de vital importancia evitar aquellos terminados en "mente" y buscar alternativas que permitan expresar la idea de forma más clara.

Muchos autores usan un mismo tono en todas sus obras, con lo que solo logran limitar sus escritos. Cada relato tiene un tono ideal, es tarea del escritor encontrarlo.

La lengua se actualiza, por tanto, quedarse con los clásicos no basta sino que es necesario leer autores de actualidad.