El Mini de Mr. Bean

Por las manos de Mr. Bean han pasado Minis de varios colores, sin embargo, los más identificables son los amarillos y verdes con el cofre en color negro mate. Es dentro de uno de estos en donde Mr. Bean demuestra el amplio espacio interior.

Al hacérsele tarde para una cita con el dentista, el osado Mr. Bean entra en pijamas y con su ropa al microcoche, haciéndose valer de su ingenio se encarga de cambiarse completamente. Incluso hay momentos donde supuestamente controla el volante (con direccionales y todo) usando los pies mientras el acelerador es presionado por un pequeño ladrillo.
 
En otra escena, después de cargar al pequeño Mini con mucho más de lo que evidentemente podía y dejar la cabina sin espacio, Mr. Bean se las ingenia para conducirlo desde un sofá en el techo con un trapeador y una cuerda.

El Mini es un auto icónico y que gozó gran popularidad en Inglaterra. En varias escenas Mr. Bean enfrentó su Mini contra otro icónico coche inglés: el Reliant Regal. El Regal y posteriormente el Robin eran coches de tres ruedas, dos traseras y una delantera que a la menor provocación se volteaban. Así, aunque pequeño, el Mini en manos de Mr. Bean resultaba ser todo un bully contra el indefenso y mal diseñado Reliant azul. Era tal el desprecio de Mr. Bean por el Robin que ni cuando le ofrecían aventón se subía.

De hecho el personaje tenía varias medidas de seguridad para su coche. Entre ellas colocaba un candado en la parte externa de la puerta y lanzaba la llave al interior por la ventana después de cerrarlo. También tomaba una medida poco convencional y es que en ocasiones se llevaba el volante luego de estacionarlo.
 
Mr. Bean utilizó varios Mini dentro de la serie. Pero quizá el más utilizado fue un Austin Morris Mini de 1979. Cuando este coche salía de producción, tenía un motor de cuatro cilindros y 1 litro de desplazamiento. Su potencia estaba por los 40 caballos.