De regreso al gym

El Altima y todos los sedanes de su segmento intentan ser deportivos, pero la mayoría se queda lejos de lograrlo en la parte mecánica. Nissan en algún momento lo tuvo con el Altima V6 y un interior inspirado en el Z. Pero eso fue hace mucho tiempo y, en realidad, las últimas generaciones del Altima se habían quedado cortas. Hasta ahora.

La versión que manejé fue el tope de gama: la versión Exclusive. Tiene el motor más potente con un 2.0 litros turbo. Ya no es un V6 de aspiración natural como era anteriormente, ahora la potencia más alta está en un pequeño cuatro cilindros. Pero no cualquier cuatro cilindros.

Ésta es la primera vez que Nissan utiliza este motor. Está disponible ya en unos cuántos Infiniti, pero no en un modelo con el volumen de ventas que tiene el Altima. Su principal cualidad, y lo que lo distingue de todos los demás, es que tiene compresión variable. 

La transmisión es también una CVT. Aunque es bien sabido que no son sinónimo de deportividad, a ésta hay que darle una oportunidad y es que la calibración deja un poco de lado la máxima eficiencia y da una muy agradable sensación cuando el coche está acelerando.

Esto no es común de encontrar en una caja de esta naturaleza y mucho hay que aplaudirle a la marca por encontrar este punto. Incluso, los cambios simulados y la modalidad Sport, que se oculta en un pequeño botón en la palanca, pueden pasar a segundo término pues se puede confiar que la caja actuará acorde a las circunstancias.

La suspensión es buena aunque se siente más en casa en curvas amplias que en curvas cerradas y cortas. Seguramente sorprenderá a muchos pues inicialmente no pareciera que pudiera lograr este desempeño. Pero exigiéndole sale a relucir la aceleración lateral cuando el asiento deja de mantenerte en tu lugar y tienes que apoyarte en algo. 

En diseño también hay mejorías importantes. El exterior luce más agresivo y, aunque tiene elementos visualmente más grandes, se ve menos pesado que la generación anterior. En el interior, Nissan le dio un toque de sofisticación con la mezcla de materiales. Con una inspección más detallada habrá algunas cosas que sí podrían haber sido de mejor calidad, pero la sensación en general es buena.

Con este nuevo Altima, Nissan logró ponerse entre las mejores alternativas para quien busca un sedán familiar con toques y manejo deportivo. Es un modelo que se debe de considerar, incluso si el presupuesto está en niveles del Maxima.

Veredicto: 
Nissan vuelve a ofrecer un auto atractivo para quien busca un manejo entusiasta. El Altima logra su buen desempeño y rendimiento de combustible con un tren motriz moderno y el único con relación de compresión variable en el segmento. Complementando esto con un alto nivel de equipamiento, el Altima vuelve a ponerse como una opción que no debe pasar desapercibida.