Chevrolet El Camino

Mitad auto, mitad pick up: así era el vehículo utilitario El Camino de Chevrolet, que fue presentado en 1958 como una respuesta al Ford Ranchero, que apenas un par de años antes había llegado al mercado estadounidense.

Chevrolet utilizó la carrocería de la vagoneta Brookwood, en su versión de dos puertas, para crear El Camino, cuyo diseño destacaba por incorporar las aletas traseras que caracterizaban a los vehículos Chevrolet de aquella época.

Como muchos de los animales raros del planeta, la gestación de los autos-pickup fue en Australia. Según la historia, en los años 30, la esposa de un granjero pidió a Ford que fabricara un auto que pudiera ser usado por su marido para transportar ganado pero que, el domingo, fuese adecuado para acudir a la iglesia. Así nació el segmento de los coupés utilitarios, también llamados utes, como El Camino.

El recorrido de aquella primera generación fue corto, sólo se comercializó por 24 meses y luego se descontinuó. El mercado debió esperar 4 años más para que El Camino se volviera a comercializar. Y, entonces sí, la producción se extendió hasta 1987.

Para su segunda generación, El Camino utilizaba la plataforma del Chevelle, que se comercializaba como sedán y coupé. Aunque el peso de El Camino se redujo ligeramente, su caja de carga aumentó de dimensiones y de altura. Se comercializaba con un 6 cilindros o con un V8.

Sin embargo, fue la quinta generación de El Camino la más longeva de todas. Pues apareció en 1978 y se mantuvo hasta 1987. Ésta tenía componentes del Malibu y sus líneas eran más cuadradas.

Junto con El Camino, GMC sacó su propia versión con el nombre de Sprint y, posteriormente, de Caballero. Las ventas de GMC nunca fueron las esperadas, en parte, quizá, por su apariencia prácticamente idéntica a la de El Camino.

En Australia este segmento, conocido como utes vivió mucho más tiempo. Los modelos de auto-pickup duraron hasta hace un par de años, con el Holden Commodore Ute, descontinuado apenas en 2017.