The Ritual (2017)

Piense en Deliverance, (una escalofriante deconstrucción del male-bonding), The Wicker Man (una aterradora historia de un culto campirano), The Descent (una excursión que pone a prueba los lazos de un grupo de amigas y las coloca en una situación extrema) y en The Blair Witch Project (acerca de los misterios que se esconden en la profundidad de los bosques) y tendrá una idea de lo que es The Ritual, la última película de David Bruckner, uno de los directores asociados a la perturbadora V/H/S.

Basada en la novela de Adam Nevill publicada en el 2011, The Ritual cuenta la historia de cuatro hombres maduros y llenos de testosterona que se embarcan en una excursión por los bosques de Suecia, para rendirle un homenaje a su amigo Rob, quien murió trágicamente en un asalto a una licorería ante la impotencia de Luke (Rafe Spall), el cual no tuvo la valentía para intervenir en el robo y salvar la vida de su compañero de andanzas. Los otros tres son el aparentemente rudo y despreocupado Hutch (interpretado por Robert James-Collier de la serie Downton Abbey), el introvertido y creyente de lo sobrenatural Phil (Arsher Ali) y el molesto y rígido Dom (Sam Troughton), quien no ha podido superar el rencor que tiene por Luke por no haber hecho nada por Rob.

Pareciera que estos amigos son muy malos para tomar decisiones, porque terminan tomando todos los senderos equivocados y buscando refugio en los lugares más tenebrosos. También parece que no han visto ninguna película de terror en muchos años, ya que no logran advertir las señales que aparecen en el bosque, advirtiendo del peligro que los acecha. Sin embargo, pese a la actitud estereotipada y predecible de los protagonistas, The Ritual ofrece una atmósfera que logra inquietar y unos momentos genuinamente aterradores, que no se pueden revelar por aquello de los spoilers.

The Ritual es una película en la que un grupo de hombres advierte que también tienen sentimientos, que pueden sentir un miedo intenso y en la que uno de ellos busca redimirse de su cobardía, enfrentándose a la ira animal de la naturaleza. No es una obra maestra del horror, pero logra generar empatía por los protagonistas y acelerar el pulso en los momentos precisos, algo que no es fácil de lograr.